La autoevaluación, en el marco de definiciones institucionales, se considera como una acción para el aseguramiento de la calidad y de mejora permanente en el ejercicio de las funciones sustantivas. La autoevaluación institucional se orientará al cumplimiento de los principios que rigen el Sistema de Educación Superior: autonomía responsable, igualdad de oportunidades, calidad, pertinencia e integralidad.

La autoevaluación tiene varios propósitos fundamentales que contribuyen al mejoramiento continuo y al aseguramiento de la calidad. A continuación, se describen algunos de los propósitos clave:

1. Identificar los puntos fuertes y áreas de mejora de la institución, reconociendo las fortalezas y ayudando a potenciarlas, mientras se detecta las debilidades que permitan implementar estrategias para corregirlas.
2. Impulsar la mejora continua en todos los aspectos de la institución, ya sean académicos, administrativos, o de gestión. Esto contribuye a la evolución constante y al mantenimiento de los estándares de calidad.
3. Verificar si los procesos y resultados de la institución están alineados con los objetivos y metas establecidos.
4. Identificar elementos similares o complementarios que forman parte de la evaluación externa ejecutada por entes reguladores nacionales con el fin de asegurar la calidad interna.

El referente a ser considerado es el Modelo de Evaluación Externa 2024 con fines de acreditación para los Institutos Superiores Técnicos y Tecnológicos.

De tal manera que dentro de los componentes del modelo se consideran 6 criterios, 15 subcriterios y una totalidad de 43 indicadores, de los cuales se verifica las evidencias respectivas para considerar todos los aspectos relacionados con las funciones sustantivas que se ejecutan en la institución.